miércoles, 8 de febrero de 2017

EDITORIALES TIMO.
Hola amigos, el mundo está padeciendo una pandemia de pereza a la lectura. El hombre de hoy con la llegada de la tecnología como la Internet, que nos facilita las cosas, o simplemente no nos deja tiempo para leer un libro.
Es evidente que la humanidad actual se siente más atraída con las redes sociales que con la lectura de un buen libro. Lo mismo acontece con la juventud estudiantil, que prefiere estar horas frente al celular, sabiendo que la Internet le resuelve en segundos el trabajo que su profesor le dejó.
Estos avances tecnológicos mejoran mucha las cosas, pero empeora otras, como la capacidad para comprender la lectura y  por ende su aprendizaje.
Yo no sé si es una falsa percepción mía, pero he notado que desde que comencé a utilizar el computador para escribir en vez de mi mano, la ortografía se me ha ido olvidando. Parece ser que el corrector del computador hace que el cerebro se descargue de la función de la retentiva y de ahí que vaya olvidando lo que por años había guardado. Esto no es una verdad científica, porque creo que nadie se ha percatado del asunto. Es algo que yo he venido notando. Puede ser una impresión falsa, pero también puede suceder que la utilización de la mano, remplazada por un aparato, esté afectado negativamente al cerebro.
Yo soy un escritor al que las Casas Editoriales le han cerrado las puertas, porque la publicación de mis obras implica para ellos un fracaso económico al no encontrar lectores para los libros publicados.
Son miles los escritores noveles que sueñan con ver sus obras publicadas, porque en ellas han invertido tiempo dinero y todas sus ilusiones.
Escribir es una pasión, pero el no encontrar quien nos lea es una frustración. A veces pienso que no vale la pena escribir un buen libro para que se quede en el cajón del olvido.
Como en todo,  en este mundo metalizado existen personas inescrupulosas que están queriendo sacarle provecho a la ilusión de los escritores noveles, y se inventan unas empresas de estafa a las que llaman Editoriales. Colocan publicidad en Internet, lo mejor maquillada y atractiva posible como un anzuelo para que los ilusionados incautos caigan fácilmente.
Yo me he dedicado a investigar muchas de estas editoriales, a las que les escribo y me responden en menos de 24 horas pidiéndome el manuscrito. Se los envío y antes de cinco días me responden que mi obra es lo mejor del mundo, y sin más ni más, me envían el contrato, el que medio leo y lo mando al cesto de la basura. Es imposible que en cinco días vayan a tener tiempo de leer una obra cuando en realidad no solamente tienen la mía sino muchas más.
Te hacen firmar un contrato por tres años, diciéndote que tu obra va a estar  distribuida hasta en la China y comienzan a pedirte dinero para una cosa o para otra. Tú con semejante propuesta, empeñas hasta la licuadora y les vas mandando a como vayan pidiendo, soñando con el día en que tu obra se esté leyendo en todo el globo terráqueo. Al final, si tienes suerte te envían un libro plagado de errores, con una maquetación pésima y un material de mala calidad. Después no se vuelven a comunicar con el autor. A pesar de todo, no te liberan la obra, sino que queda amarrada a ellos por tres o más años, sin que tengas la posibilidad de publicarla por otro medio.
Una vez escuché el comentario de una joven que decía que estaba feliz porque su libro se estaba leyenda en China y en India, pero lo más extraño fue que nunca le llegó un centavo por concepto de regalías.
Amigos escritores noveles. Yo tengo 53 años de edad y toda la experiencia del mundo en el mundo de la edición. Si escribo esto no es para desilusionaros pero si para advertirles que DE ESO TAN BUENO NO DAN TANTO y que TANTA BELLEZA NO PUEDE SER POSIBLE. No me pregunten cuales son las Editoriales TIMO, porque por mi seguridad no puedo dar los nombres, ya que ellos están pendientes de quien escribe en su contra para amenazarte con demandarte por calumnia. Por tu seguridad lo mejor es que trates de conseguir un Agente Literario, que se hará cargo de tu obra y luchará por publicar tu libro. Éste no te cobrará un centavo hasta tanto tu trabajo no esté generando recursos económicos. Si encuentras el Agente Literario, te habéis ganado la lotería. MUCHA SUERTE.